En un momento en el que era difícil encontrar recursos educativos para los criadores y cultivadores de cannabis debido a la prohibición generalizada, Mandelbrot compartió abiertamente conocimientos y técnicas, alentando a otros criadores y cultivadores a aprovechar su conocimiento para elevar continuamente el estándar de la industria para el cannabis de calidad. Fue uno de los primeros defensores de las metodologías de cultivo de cannabi orgánico sostenibles y cultivadas al sol. A través de su experiencia en el cultivo orgánico, ayudó a demostrar que el mejor cannabis del mundo proviene del suelo orgánico vivo y del sol, en lugar de fertilizantes sintéticos y lámparas HID. Liderando con el ejemplo, ayudó a impulsar la cultura colaborativa del cannabis que existe hoy en todo el mundo.